La cocción en horno es un proceso crucial en la creación de
cerámica. Implica someter la
cerámica a altas temperaturas en un horno para transformarla desde la arcilla cruda hasta el producto terminado. La cocción en horno es un paso esencial en el proceso de fabricación de
cerámica, ya que endurece y estabiliza la arcilla, haciendo que la
cerámica sea más duradera y resistente al desgaste. La
cerámica que no ha sido sometida a la cocción en horno se conoce como "greenware" y es bastante frágil y porosa.
Durante la cocción en horno, la
cerámica se coloca en un horno, que es básicamente un gran horno que puede soportar altas temperaturas. El horno puede ser alimentado por electricidad, gas, madera u otros combustibles, dependiendo del tipo de horno y los requisitos de la pieza que se va a cocer. La
cerámica se calienta progresivamente a temperaturas específicas durante ciertos períodos de tiempo, dependiendo del tipo de arcilla, esmalte y producto terminado deseado.
La primera etapa de la cocción es la cocción de bizcocho, que generalmente se realiza a una temperatura más baja y tarda varias horas en completarse. El propósito de la cocción de bizcocho es endurecer la arcilla y eliminar cualquier humedad presente en ella. Luego, la
cerámica se esmalta con una solución líquida y se coloca de nuevo en el horno para una segunda cocción llamada cocción de esmalte. La temperatura de la cocción de esmalte suele ser más alta que la de la cocción de bizcocho, lo que permite que el esmalte se derrita y forme una superficie similar al vidrio en la
cerámica.
La cocción en horno se puede realizar en varios tipos de hornos como hornos eléctricos, de gas, de leña y de soda. Los hornos eléctricos son el tipo de horno más común utilizado en
cerámica porque son fáciles de operar y producen resultados consistentes. Los hornos de gas también son populares porque crean una atmósfera única en el horno, produciendo una gama diferente de colores y efectos en la
cerámica. Los hornos de leña son hornos tradicionales utilizados para producir
cerámica, y son conocidos por producir patrones naturales únicos en la
cerámica.
En general, la cocción en horno es un proceso esencial en la fabricación de
cerámica que contribuye a la apariencia, durabilidad y calidad del producto final. La temperatura, el tipo de horno y la duración de la cocción juegan un papel esencial en la producción del acabado deseado.