En el mundo de la
cerámica, el amasado juega un papel crucial en la preparación de la arcilla para su uso en la creación de
cerámica. El amasado es una técnica que implica manipular la arcilla para eliminar los bolsillos de aire y asegurar que la arcilla tenga una textura y consistencia uniforme.
El acto de amasar comienza con la preparación de la arcilla en sí misma. La arcilla cruda se pasa típicamente por un molino de extrusión para eliminar cualquier material extraño y asegurar que la arcilla sea homogénea. Luego se moldea en una bola y se divide en trozos más pequeños para amasar.
Una vez que se ha dividido la arcilla, comienza el proceso de amasado. El artista toma cada trozo de arcilla y lo amasa con sus manos, doblando y presionando la arcilla y girándola hasta que quede suave y uniforme. Este proceso comprime la arcilla, eliminando cualquier bolsillo de aire y empujando las partículas juntas para crear un material denso y trabajable.
Existen dos tipos principales de amasado: el amasado en espiral y el amasado en cabeza de carnero. El amasado en espiral, como su nombre indica, implica torcer la arcilla en un patrón en espiral para comprimir y alinear las partículas. El amasado en cabeza de carnero implica usar la palma de la mano y un movimiento circular para crear un efecto similar.
Una vez que se ha amasado la arcilla, está lista para ser moldeada. Al eliminar los bolsillos de aire y crear una textura uniforme, la arcilla es mucho más fácil de manipular y dar forma a la forma deseada. También es más resistente y menos susceptible a agrietarse o romperse durante el proceso de
cocción.
En conclusión, el amasado es una técnica esencial en el arte de la
cerámica. A través de la manipulación de la arcilla, se eliminan los bolsillos de aire y se comprimen las partículas para crear una textura densa y uniforme. Este proceso crea un material más resistente y trabajable que es mejor para dar forma y moldear en hermosa
cerámica funcional.