El moldeo en barbotina es una técnica ampliamente utilizada en el mundo de la
cerámica, especialmente en la fabricación de objetos funcionales y decorativos. Este proceso implica verter una arcilla líquida, llamada barbotina, en un molde de yeso y permitir que se endurezca. El resultado es un objeto de
cerámica que adquiere la forma y textura del molde.
El primer paso en el moldeo en barbotina es hacer el molde. Se crea un positivo del objeto a moldear, generalmente de arcilla u otro material, y luego se vierte una mezcla de yeso sobre él. El molde se deja secar y endurecer, lo que resulta en una impresión negativa del objeto.
Para comenzar el proceso de moldeo, se sumerge el molde en agua para saturar el yeso. Luego se vierte el exceso de agua para que solo quede una capa delgada de humedad en la superficie. Luego se vierte la barbotina en el molde, llenándolo hasta la parte superior. El molde de yeso funciona para absorber la humedad de la barbotina, permitiendo que las paredes del moldeado se endurezcan y se adapten a la forma del molde.
A medida que la barbotina comienza a endurecerse, se vierte el líquido sobrante del molde. Esto crea un espacio hueco dentro del moldeado, con las paredes del objeto adquiriendo la textura del molde de yeso. Luego se deja secar el moldeado, generalmente durante varias horas o durante la noche.
Después de que el moldeado se haya secado, se retira cuidadosamente del molde. Cualquier borde o costura áspera se limpia utilizando varias herramientas y técnicas, como el lijado o el recorte. Luego, el objeto se cuece en un horno a alta temperatura para lograr su resistencia y durabilidad finales.
El moldeo en barbotina es un método altamente eficiente y rentable para producir grandes cantidades de objetos de
cerámica con dimensiones y calidad consistentes. También permite diseños y formas intrincados que serían difíciles de lograr con otras técnicas
cerámicas.