Una draga es un equipo utilizado en la
pesca comercial, especialmente para capturar mariscos como vieiras, almejas y ostras. Es un marco de metal que se arrastra por el fondo del mar, generalmente por un barco, y está diseñado para perturbar el sedimento y sacar cualquier marisco que esté oculto dentro de él.
El diseño básico de una draga consiste en un marco de metal largo y plano, también conocido como cesta de dragado. Adjunto a este marco hay anillos o cadenas de metal, con una red que cuelga detrás de ellos. La draga se arrastra por el fondo del mar, con los cables o cadenas raspando a lo largo del fondo y recolectando cualquier marisco en su camino. El sedimento que se perturba por la draga se levanta y se mueve río abajo, lo que puede tener un impacto en el ecosistema circundante.
El uso de dragas tiene ventajas en la
pesca comercial. En primer lugar, permite a los pescadores cosechar grandes cantidades de mariscos en un espacio de tiempo relativamente corto. En segundo lugar, se puede utilizar en áreas donde otros tipos de equipos de pesca, como redes o trampas, no serían efectivos. Esto es particularmente útil en áreas donde el fondo del mar es rocoso o tiene mucho sedimento muy fino.
Al mismo tiempo, el uso de dragas también se ha asociado con algunos impactos ambientales negativos. El proceso de dragado puede causar daños al fondo del mar, destruyendo hábitats importantes para otras especies marinas. Puede aumentar la turbidez del agua, lo que puede dañar a otros organismos que viven en la zona. Además, el raspado de cables o cadenas de metal a lo largo del fondo del mar puede causar una contaminación acústica significativa.
En general, el uso de dragas en la
pesca comercial es un tema controvertido y es importante que la industria equilibre los beneficios con los posibles impactos ecológicos de este equipo. Si se utiliza de manera responsable, el dragado puede ser un método efectivo para cosechar mariscos, pero debe ser manejado cuidadosamente para evitar causar daño al medio ambiente marino.