El ahumado en frío es una técnica que se ha utilizado durante siglos para agregar sabor a los alimentos, incluyendo el queso. Es un proceso de exposición de los alimentos al humo de la quema de maderas duras o serrín a temperaturas inferiores a 100°F (37°C) durante un período prolongado, que puede durar días o semanas. La baja temperatura del humo no cocina los alimentos, sino que los impregna de sabores ricos y ahumados.
En cuanto a la
fabricación de queso, el ahumado en frío puede ser una excelente manera de mejorar el sabor y el aroma del queso. Quesos como el cheddar, el gouda y el queso azul se ahuman comúnmente en frío. El ahumado en frío difiere del
ahumado en caliente, que implica ahumar el queso a altas temperaturas, lo que resulta en una textura cocida y derretida. El ahumado en frío permite que el queso mantenga su textura original, y los sabores penetran lentamente en el queso.
Antes del ahumado en frío, el queso debe curarse o madurarse. Dependiendo del tipo de queso, el tiempo de curado podría variar desde unas pocas semanas hasta varios meses. Una vez que el queso está listo para ahumar, se coloca en una ahumadora, barril de humo o fumador. El fumador debe estar bien ventilado con un flujo de aire constante para permitir que el humo circule alrededor del queso y evitar el crecimiento de moho en el queso.
A medida que el queso se cocina, absorbe el sabor del humo, lo que le da un sabor distintivo y sabroso. El tipo de madera utilizada en el ahumado en frío puede afectar el perfil de sabor del queso. Muchos
fabricantes de queso utilizan maderas duras como la nuez, el roble o la madera de manzano para dar sabor al queso.
Después de que se completa el ahumado en frío, el queso debe envolverse y almacenarse en un lugar fresco y seco durante varias semanas para desarrollar su sabor completo. Este proceso permite que el queso madure y que los sabores ahumados penetren en el queso. El resultado es un delicioso queso con una profundidad de sabor añadida.
En resumen, el ahumado en frío es una técnica importante utilizada en la
fabricación de queso para mejorar el sabor y el aroma del queso. El proceso implica humo de la quema de maderas duras o serrín a bajas temperaturas durante un período prolongado y puede durar días o semanas. Al dominar la técnica de ahumado en frío, los
fabricantes de queso pueden crear variedades únicas y deliciosas de queso que no se pueden encontrar en otro lugar.