En la lucha contra incendios, la ventilación es el proceso de eliminar el humo, el calor y otros gases de un edificio en llamas para mejorar la visibilidad de los
bomberos y facilitar la extinción del fuego. La ventilación también se puede utilizar para redirigir el flujo de fuego y calor para evitar la propagación de las llamas a otras áreas del edificio.
Existen dos tipos principales de ventilación utilizados en la lucha contra incendios: natural y mecánica. La ventilación natural es el proceso de crear aberturas en el edificio, como ventanas y puertas, para permitir que escape el aire caliente y el humo. La ventilación mecánica, por otro lado, depende de herramientas como ventiladores para forzar el flujo de aire a través del edificio, creando un camino para que el humo y el calor salgan.
El propósito principal de la ventilación durante la lucha contra incendios es reducir la cantidad de humo y gases tóxicos dentro de la estructura en llamas. Esto se puede hacer creando grandes aberturas en el techo o las paredes para permitir que el humo y los gases escapen. En algunos casos, los
bomberos pueden utilizar equipos como sierras o hachas para crear estas aberturas.
Además de mejorar la visibilidad y eliminar el humo, la ventilación también puede ayudar a prevenir lo que se conoce como flashover. El flashover ocurre cuando el calor en una habitación alcanza una temperatura lo suficientemente alta como para hacer que todos los materiales combustibles se enciendan al mismo tiempo, lo que lleva a una explosión de llamas. Al eliminar los gases y el humo calientes, la ventilación ayuda a reducir el riesgo de flashover, lo que facilita a los
bomberos controlar la propagación del fuego.
En general, una ventilación adecuada es un aspecto crítico de la lucha contra incendios, ya que reduce la cantidad de calor, humo y gases a los que están expuestos los
bomberos mientras mejora su capacidad para extinguir el fuego. Sin técnicas de ventilación adecuadas, los riesgos asociados con la lucha contra incendios serían significativamente mayores, lo que dificultaría mucho la prevención de pérdidas de vidas y daños materiales.