En la
fabricación de jabón, el curado es el proceso de dejar que el jabón repose y se seque después de haber sido hecho. Esto permite que el jabón se endurezca y seque por completo, y también permite que la reacción química entre la lejía y los aceites se complete por completo.
El proceso de curado puede durar desde unas pocas semanas hasta unos pocos meses, dependiendo de diferentes factores como la dureza de los aceites utilizados, el tamaño y la forma de la barra de jabón y la humedad y temperatura del ambiente de curado.
Durante el curado, el jabón perderá parte de su contenido de agua y se volverá más firme, lo que no solo lo hace más fácil de manejar sino que también resulta en una barra de jabón más duradera. El aroma y el color del jabón también pueden cambiar ligeramente durante el proceso de curado, a medida que el jabón se seca y el aroma se vuelve más pronunciado.
Es importante tener en cuenta que el jabón no debe ser utilizado ni vendido hasta que esté completamente curado, ya que el jabón que no está completamente curado todavía es demasiado suave y puede no durar tanto como el jabón curado adecuadamente. Además, si un jabón está hecho con un alto porcentaje de aceites suaves o tiene un alto porcentaje de superfat, puede tardar más en curarse por completo y puede necesitar dejarse curar durante varios meses.
El curado adecuado del jabón es esencial para crear una barra de jabón de alta calidad y duradera que también sea suave e hidratante para la piel. Por lo tanto, aunque puede requerir algo de paciencia y espera, el resultado final de un jabón bien curado vale la pena el tiempo y el esfuerzo invertidos.