Repujado y cincelado son dos técnicas tradicionales utilizadas en el campo de la joyería, que implican dar forma a los metales y crear
diseños intrincados. El repujado consiste en utilizar un
martillo y cinceles pequeños para crear un relieve tridimensional en la superficie de una lámina de metal, mientras que el cincelado es un método para crear patrones y texturas intrincadas martillando pequeñas hendiduras en el metal utilizando herramientas especializadas.
El repujado es una técnica antigua que se remonta a la Edad del Bronce y fue desarrollada de forma independiente por muchas culturas diferentes, incluyendo los egipcios, griegos y celtas. En la joyería moderna, la técnica se utiliza típicamente para crear
diseños grandes y esculturales con mucha profundidad y tridimensionalidad. El proceso implica calentar la lámina de metal para hacerla más maleable, luego presionarla en un molde o estilógrafo para crear un contorno aproximado del
diseño. La lámina se voltea y se martillea desde el otro lado para crear áreas elevadas, dando forma y refinando cuidadosamente el
diseño a lo largo del proceso.
Por otro lado, el cincelado es una técnica que implica golpes individuales repetidos con diversas herramientas especializadas para crear líneas, texturas y patrones en la superficie del metal. A diferencia del repujado, que generalmente se realiza desde la parte posterior de la lámina de metal, el cincelado se realiza desde el frente, con la pieza de metal asegurada firmemente en su lugar en un banco de trabajo. Las herramientas utilizadas en el cincelado están especialmente diseñadas para crear patrones y texturas específicas, como las líneas dendríticas o plumosas de los "golpes de punta".
Juntos, el repujado y el cincelado se utilizan a menudo en combinación para crear
diseños intrincados y detallados con mucha textura y tridimensionalidad. Las piezas resultantes pueden variar desde joyas ornamentadas y esculturales hasta pequeñas piezas intrincadas de metalistería. Ambas técnicas requieren un alto nivel de habilidad técnica y precisión, así como un ojo agudo para el
diseño y una profunda comprensión de las propiedades del metal. Sin embargo, con práctica y paciencia, cualquier persona puede aprender a utilizar el repujado y el cincelado para crear piezas hermosas y únicas de joyería y metalistería.