En la
ganadería, la cría se refiere al proceso de apareamiento selectivo de animales con rasgos deseables con el fin de mejorar su descendencia. Este proceso se utiliza a menudo para producir animales con características genéticas superiores, como una mayor resistencia a enfermedades, una producción de carne de mayor calidad o una mayor fuerza.
En el contexto de la
ganadería, la cría es particularmente importante para animales de ganado como el ganado vacuno, ovino y porcino. Los
ganaderos a menudo eligen criar animales específicos en función de sus rasgos genéticos, como su capacidad para producir mayores cantidades de leche, su resistencia a enfermedades específicas o su capacidad natural para prosperar en ciertas condiciones ambientales.
Existen muchos métodos de cría diferentes que se utilizan en la
ganadería, según los objetivos específicos del
ganadero y el tipo de animal que se está criando. Algunos de los métodos más comunes incluyen la inseminación artificial, la cría selectiva y la fertilización in vitro.
La inseminación artificial implica tomar esperma de un animal macho y utilizarlo para fertilizar los huevos de un animal hembra. Este método se utiliza a menudo en la
ganadería para producir descendencia con rasgos genéticos específicos, como una alta calidad de carne o una alta producción de leche.
La cría selectiva implica elegir animales específicos con rasgos deseables y aparearlos para producir descendencia con esos mismos rasgos. Este método se utiliza a menudo para mejorar la calidad genética general de una manada o raza particular.
La fertilización in vitro implica tomar huevos de un animal hembra y fertilizarlos con esperma fuera del cuerpo del animal. Este método se utiliza a menudo en la
ganadería para producir múltiples descendientes de una sola hembra, lo que puede ayudar a aumentar el tamaño de una manada o mejorar la diversidad genética general de una raza.
En general, la cría juega un papel crítico en el éxito de una operación de
ganadería. Al seleccionar cuidadosamente y aparear animales con rasgos deseables, los
ganaderos pueden mejorar la calidad y productividad de sus manadas, lo que puede conducir a mayores ganancias y una operación más sostenible.