La
instalación de pisos es el proceso de colocar una nueva cubierta de piso, como alfombra, madera, vinilo o baldosas. El proceso de instalación implica varios pasos, incluyendo la
preparación del subsuelo, la
medición y el corte de los materiales, la aplicación de adhesivo y la fijación del piso.
El primer paso en la
instalación de pisos es la
preparación del subsuelo. Esto implica la eliminación de cualquier piso existente, la limpieza del subsuelo y asegurarse de que esté nivelado y libre de escombros. Si el subsuelo no está nivelado, debe nivelarse utilizando un compuesto autonivelante para garantizar que el nuevo piso quede plano.
El siguiente paso es medir y cortar los materiales para que se ajusten al espacio. Dependiendo del tipo de piso elegido, el instalador puede necesitar usar una variedad de herramientas, como una regla recta, una línea de tiza, una cinta métrica y una herramienta de corte como un
cuchillo de uso general, un cortador de alfombras o una sierra de baldosas.
Una vez que los materiales han sido cortados a medida, se aplica adhesivo al subsuelo y se coloca el piso. El adhesivo se utiliza para garantizar que el piso permanezca en su lugar y proporcione una unión segura entre el subsuelo y el material del piso.
Después de colocar el piso, se fija en su lugar utilizando una variedad de métodos, incluyendo clavar, grapar o pegar el piso al subsuelo. Una vez que el piso ha sido fijado en su lugar, se limpia cualquier exceso de adhesivo y el instalador puede agregar zócalos u otros toques finales para completar la instalación.
En general, la
instalación de pisos requiere un instalador experimentado con experiencia en la
medición, el corte y la fijación de materiales de piso. Un piso bien instalado puede mejorar la belleza y funcionalidad de un espacio, mientras que un piso mal instalado puede ser un error costoso.