La fusión es una técnica ampliamente utilizada en el campo del
trabajo del cuero para unir dos o más capas de cuero juntas. Implica el uso de calor y presión para fundir las capas en una sola hoja duradera.
El proceso de fusión se logra aplicando una capa de adhesivo, típicamente una resina termoplástica o poliuretano, a la superficie del cuero. El adhesivo se activa por calor, lo que lo hace suave y pegajoso. Las capas de cuero se apilan una encima de la otra, con el adhesivo en el medio. Se aplica presión a las capas para asegurar una fuerte unión, y se calienta todo el conjunto a una temperatura específica, que varía según el tipo de adhesivo utilizado.
La fusión tiene varias ventajas sobre otros métodos de unión de cuero. Permite la creación de productos de cuero más delgados y ligeros, lo que los hace más fáciles y cómodos de usar. El cuero fusionado también tiene una superficie lisa y uniforme, lo que es ideal para aplicaciones como tapicería y confección de prendas de vestir.
Sin embargo, también hay algunas desventajas en la fusión. En comparación con el cuero cosido, el cuero fusionado es menos flexible y puede agrietarse o debilitarse con el tiempo. Además, la unión creada por la fusión puede no ser tan fuerte como la costura.
A pesar de estas limitaciones, la fusión sigue siendo una técnica popular en el
trabajo del cuero debido a su versatilidad y capacidad para producir productos de cuero de alta calidad. Con el cuidado adecuado y la atención al detalle, el cuero fusionado puede ser un material duradero y hermoso para una variedad de proyectos de
trabajo del cuero.