El lijado es un paso crucial en la
restauración de muebles, ya que prepara la superficie de la pieza para aceptar un nuevo
acabado. El lijado puede ser un proceso laborioso y que consume tiempo, pero es esencial para garantizar un resultado hermoso y duradero.
El primer paso en el lijado es seleccionar el grano adecuado del papel de lija. Para la
restauración de muebles, normalmente se comienza con un grano grueso y se va moviendo gradualmente hacia un grano más fino. El grano grueso se utiliza para eliminar cualquier
acabado existente o imperfecciones en la superficie de la madera. A medida que se avanza hacia grano más fino, el papel de lija suavizará la superficie y eliminará cualquier rasguño o marca restante.
Es importante lijar en la dirección de la veta de la madera, ya que lijar en contra de la veta puede crear marcas y rasguños antiestéticos. Mientras se lija, se debe revisar periódicamente la superficie de la madera para asegurarse de que esté lijada de manera uniforme y sin imperfecciones.
Una vez que se ha lijado la superficie de la madera hasta que tenga la suavidad deseada, es hora de pasar al
acabado. Antes de aplicar cualquier
acabado, es importante limpiar a fondo la superficie de la madera para eliminar cualquier polvo de lijado u otros residuos.
En general, el lijado es una parte crítica de la
restauración de muebles, ya que permite crear una superficie suave y uniforme que aceptará un nuevo
acabado. Con paciencia y cuidado, el lijado puede ayudarlo a darle nueva vida a una antigua pieza de mobiliario y crear una hermosa nueva adición a su hogar.