En
taxidermia, el montaje se refiere al proceso de preparar y preservar la piel y el cuerpo de un animal y luego montarlo en una pose realista. Esta es una forma de arte altamente especializada que requiere mucho conocimiento, paciencia y atención al detalle.
El proceso de montaje comienza con el
desollado del animal. La piel se retira cuidadosamente del cuerpo manteniendo tantos detalles intactos como sea posible, como las orejas, la nariz y los ojos. Una vez que se retira la piel, se trata con productos químicos para evitar la descomposición y el crecimiento de bacterias.
A continuación, es necesario reconstruir el cuerpo del animal. Esto se hace creando un maniquí o una réplica esculpida del cuerpo del animal, utilizando materiales como espuma, arcilla y alambre. El maniquí se cubre luego con la piel preservada, y el
taxidermista utiliza sus habilidades para dar forma y posicionar la piel para crear una pose natural y realista.
Finalmente, el animal se monta sobre una base o pedestal, y se agregan detalles adicionales, como ojos, dientes y garras, para completar el aspecto.
Montar un animal en
taxidermia no solo es una forma de preservar un trofeo de caza, sino que también es una forma de crear una obra de arte que muestra la belleza y majestuosidad de la naturaleza. Un
taxidermista experto puede devolver a la vida a una criatura que alguna vez estuvo viva de una manera realista y artística.