La preservación en la
taxidermia se refiere al proceso de tratar y preservar especímenes animales utilizando técnicas y materiales especializados. La
taxidermia es el arte de transformar pieles y cuerpos de animales en representaciones realistas a través del relleno,
montaje y posado.
La preservación es un aspecto esencial de la
taxidermia ya que asegura que los especímenes animales permanezcan duraderos, realistas y libres de descomposición o degradación con el tiempo. Los
taxidermistas utilizan varios métodos y técnicas para asegurar que los especímenes animales permanezcan preservados, incluyendo el salado, el
curtido y el
montaje.
El primer paso de la preservación en la
taxidermia comienza con la eliminación de la piel del cuerpo. Esta piel debe ser manipulada cuidadosamente y preservada rápidamente para evitar la descomposición, que puede arruinar el espécimen. Una vez que la piel está preservada, el siguiente paso es eliminar la grasa y el tejido muscular del cuerpo y reemplazarlos con material de relleno.
El proceso de preservación continúa con el uso de agentes de
curtido para curar la piel, haciéndola más duradera y resistente a la descomposición. Además, los
taxidermistas pueden agregar colores a la piel utilizando
pinturas o tintes especiales y esculpir el cuerpo para producir una representación precisa de la forma del animal.
Finalmente, para maximizar la vida útil del espécimen animal, los
taxidermistas suelen encerrar el
montaje en una vitrina protectora o cubrirlo y almacenarlo en un ambiente controlado para evitar que la humedad y otros factores ambientales causen daños.
En resumen, la preservación en la
taxidermia es una parte integral del proceso de crear una representación realista de un espécimen animal. La manipulación cuidadosa y habilidosa de la piel y el cuerpo, junto con el uso de técnicas, materiales y equipos especializados, aseguran que el espécimen permanezca duradero, realista y libre de descomposición o degradación con el tiempo.