El laminado es una técnica utilizada en el trabajo de vidrieras para crear
diseños y patrones intrincados envolviendo tiras delgadas de lámina de cobre alrededor de los bordes de cada pieza de vidrio. Este proceso no solo agrega una cantidad significativa de estabilidad a las piezas de vidrio, sino que también permite una colocación más precisa durante el proceso de
soldadura.
El proceso de laminado implica varios pasos. En primer lugar, se seleccionan cuidadosamente las piezas de vidrio que se utilizarán en el
diseño y se cortan a medida. A continuación, se suavizan y limpian los bordes de cada pieza para garantizar que la lámina se adhiera correctamente. Se cortan tiras delgadas de lámina de cobre para adaptarse a los bordes de cada pieza de vidrio utilizando un cortador de lámina o tijeras. Luego, se envuelve cuidadosamente el lado adhesivo de la lámina alrededor del borde de cada pieza de vidrio, cuidando de evitar arrugas o burbujas de aire.
Una vez que todas las piezas de vidrio han sido laminadas, se pueden arreglar y soldar juntas para crear el
diseño final. La
soldadura se aplica a cada junta entre las piezas de vidrio, creando un enlace fuerte y duradero. Una vez que se completa la
soldadura, la pieza se puede limpiar y terminar, a menudo con una pátina o pulido.
El laminado es una técnica crucial en el trabajo de vidrieras, especialmente en
diseños más complejos que requieren una colocación y estabilidad precisas. El uso de lámina de cobre permite un mayor nivel de control durante el proceso de construcción, asegurando que cada pieza de vidrio esté firmemente unida a sus piezas vecinas. Con atención cuidadosa a los detalles y práctica, el laminado puede ser una forma efectiva de crear
diseños de vidrieras impresionantes e intrincados.